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Libros
• Algo de mí
Wifredo García
Introducción
Este libro es una historia.
Una pequeña historia, una historia sencilla: la mía.
Se escribió a lo largo de una crisis moral y espiritual por la que atravesé. fue un
desarrollo progresivo, desde la oscuridad a la luz, de la nada al Ser. Como toda historia,
contiene un principio y un final. Los versos fueron escritos en el mismo orden en que ahora
se publican, de manera que es ésta una especie de crónica de aquella crisis.
En aquel período de mi vida yo no podía hacer mucho más que orar y sufrir, así que los
poemas son también muy simples;
algunos son oraciones, otros son meditaciones en voz alta, aún otros no son más que
fantasías de la mente. Todos, sin
embargo, están íntimamente relacionados con lo que estaba sucediendo dentro de mí.
En cuanto a las fotografías... Bien, cuando alcancé la calma dejé de escribir. También
comencé a fotografiar como un
medio de expresión interior, como otra forma de poesía. Cuando primero pensé en publicar
estos poemas, después de un
largo tiempo que sirvió para cicatrizar las heridas, tuve la idea de acompañarlos de algunas
de mis fotografías.
Encontré que muchas de estas imágenes contenían los mismos sentimientos matrices que latían
en los versos. Eran, en
cierta forma, la culminación de la crisis, su resolución. Fotografías y poemas van apareados
con la intención de
completarse mutuamente y ofrecer una imagen literaria más acabada. Este es el resultado. no
estoy seguro que te guste
pero, como ves, se trata de algo de mí.
• País de Sol y Sonrisas, República Dominicana
Wifredo García y Wolfgang Scheidig
Introducción
Este libro está dedicado a todas aquellas personas que por falta de tiempo, por
desconocimiento del idioma nativo no han
tenido la oportunidad, en su estadía en la República Dominicana, de visitar y disfrutar de
los campos y los poblados de
nuestro país. En este volumen queremos ofrecerles la vivencia de este pueblo circunscrito en
una isla del Caribe. Porque
un libro es siempre algo fácil de llevar consigo, puede proporcionar muchos momentos
interesantes una vez de regreso al
hogar, recreando las experiencias del viaje o supliendo sus ausencias.
Desde un punto de vista geográfico, la República Dominicana tiene una extensión de 48,280
kilómetros cuadrados, ocupando
la mayor parte de la isla conocida como La Española, Hispaniola o Isla de Santo Domingo. Se
trata de la segunda de las
Antillas Mayores, descubierta por Cristóbal Colón en 1492, durante su primer viaje. El
idioma oficial es el español,
enriquecido por un abundante vocabulario taíno, y sus habitantes profesan mayormente la
religión Católica u otras
denominaciones cristianas.
Para fines de facilitar su comprensión, hemos dividido el territorio dominicano en ocho
regiones que, por sus costumbres
y paisajes, son claramente identificables: Santo Domingo (la ciudad), el Sur, el Este,
Samaná, la Costa Norte, el Cibao,
el Noroeste y la Cordillera Central. Al final del volumen se encuenra un mapa esquemático
ilustrativo de dichas
regiones. Esta división es puramente personal y arbitraria, su misión principal es hacer más
comprensibles las
fotografías.
El nuestro es un país de grandes contrastes, sociales, culturales, morales, tanto como en
los climas, paisajes y
viviendas. Sus zonas van desde un árido desierto hasta los pegajosos bosques húmedos. Cuenta
con 1,575 kilómetros de
costas marítimas con grandes extensiones de playas y, sin emabrgo, sus montañas tienen las
mayores alturas del Caribe.
Sus habitantes presentan una mezcla del español, tanto de la conquista como de posteriores
migraciones, con el africano
traído a América a partir del siglo XVI, y sus costumbres y forma tradicional de vida
reflejan este mestizaje. Sin duda
sus virtudes más destacables son su contagiosa alegría y esa exquisita hospitalidad,
difíciles de encontrar en otro
pueblo.
• De tierra morena vengo: Imágenes del hombre dominicano y su
cultura
Wifredo García (fotografías), Manuel Rueda (música, literatura popular, folklore y
arte), Ramón Francisco (creencias mágicas, las fiestas y las costumbres dominicanas)
y Ramón Oviedo (dibujos)
La aventura de un libro
Este libro tiene su historia. Como toda aventura. Con sus desvelos y obsesiones, peripecias
y batallas. Solicitud de un
tema, voluntad de esclarecer, con imágenes y letras, la cultura popular dominicana.
Muy pronto vislumbramos que se trataba de una empresa tan audaz como prometedora. Si a la
manera de las antiguas
aventuras no se nos convocaba para deshacer entuertos ni descubrir tesoros, armados con la
pasión y el amor hacia lo
dominicano debíamos salir a los caminos a descubrir y apresar las múltiples formas en que el
hombre de esta tierra crea
y recrea su cultura cotidiana.
Una cultura que se expresa también en las casas de airosos techos de cana, en las de patios
sombreados y paredes de
colores donde la mecedora y la hamaca invitan al solaz; en bandejas de madera donde la carne
crujiente y el plátano
suave y el arroz perlino y la habichuela condimentada nos dicen de un gusto, de una
creatividad culinaria que alcanza su
mejor esxpresión en aterciopelados dulces y exquisitos pasteles.
Cultura del llano y la montaña, del campo y la ciudad.
Cultura del arado, del convite, de la décima, de las fiestas paroxísticas a la vez que del
requiebro y el amor.
Cultura de austeros santos de palo y coquetas vírgenes vestidas con tules y encajes.
Patrimonio cultural que también
encontramos en máscaras y trajes de carnaval, en los altares domésticos y en las liturgias
de un sincretismo que rompe
los límites entre la razón y lo imaginario.
El reto de este libro es redescubrir la fuerza y la belleza de esos modos de expresión. Ver
los objetos y las fiestas
populares no sólo en su sentido estético, sino también en el entrañable valor que les asigna
la vida y sus necesidades.
Decantar creencias, actitudes y conceptos que sobreviven, ya sea funcionales o simbólicos en
el presente...
Soledad Alvarez
• La Catedral del bosque, Un itinerario al Pico Duarte, 1980.
• Fotografía, un arte para nuestro siglo, texto universitario, 1982.
• Mi testamento de plata, obra póstuma, 1990.
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