Artículos
Wifredo García, un artista dominicano, por
Danilo de los Santos Wifredo García, un artista dominicano
En el cauce de las artes plásticas dominicanas que se registran a partir de 1968, una expresión que se desarrolla con carácter impositivo, es la fotografía. Pero no aquella que nos revela documentalmente una imagen cedularia, que ilustra el reportaje masivo o es gráfica de resaltados eventos sociales y políticos. Nos referimos a esta otra expresión fotográfica que aún siendo también resultado del manejo mecánico de un artefacto y sus medios, nos llevan del ejercitador de una faena rutinaria al dilectante que hace de tal labor, una pasión. Entonces señalamos también que no nos referimos a la toma fotográfica del quehacer cotidiano, sino a la toma que busca elevarse con pretensión y resultado de ser una obra de arte. En la expresión de la fotografía artística como en las plásticas nacionales que aludimos, la posición de Wifredo García es incuestionable. Dentro de las mismas está su presencia tanto como ella nos registra su aportación y trayectoria desde el momento en que asume una opción definitiva y camina a partir de la asociación “Jueves 68”, que fue todo un movimiento grupal espontáneo y entusiasta, que mucho ha tenido que ver con la fotografía contemporánea y dominicana, surgida para la década del sesenta. Y Wifredo García, que reserva la cualidad de animar vocaciones seguidoras, se moviliza después de esta experiencia en varias direcciones: como artista individual, como teórico, como articulista y autor de libros; en definitiva como líder que hace de sus juicios una polémica, una cátedra, una referencia y una atención. Temperamento fuerte como el de todo conquistador decidido, Wifredo García es de los importantes nombres dominicanos que imponen la fotografía como arte, en la sociedad en que se desenvuelven. Y si tal conquista ha tenido un reconocimiento, identificables son los signos de su expresión personal, que bien podemos llamar el inconfundible estilo de la fotografía de Wifredo García. Con ese estilo, nos demuestra en todos los ciclos desarrollados –de las tomas en blanco y negro hasta el color y los temas-, una extraordinaria fuerza realística que cuando se vuelve más dramática, cuando parece distorsionarse o nos resulta ideal y poética, es porque el prisma racional del artista no sólo busca enfatizar un objetivo, -el punto de interés- sino hacer más lúcida su visión instintiva. Al realismo transparente de su estilo tenemos que sumarle como signo, el manejo de su técnica, tan perfeccionada que hacen sumamente expresivos o puros cualquiera de sus manejos temáticos. Podemos decir que el estilo de la fotografía de Wifredo García no nos sorprende con fluctuaciones o devaneos lingüísticos porque la escritura de sus tomas se sostiene en un vertical y fortalecido vigor que podemos constatar cuando nos encontramos contemplándolas. Si las más visibles imágenes se afirman en el llamado imperio de lo objetivo, Wifredo García como artista fotógrafo posee el dominio para captar lo que sus ojos y sus sentimientos quieren retener, y devolver lo que quiere mostrarnos de la realidad. Por Danilo de los Santos
Wifredo García, un artista dominicano, por
Danilo de los Santos La Casa Fotográfica de Wifredo García
La Casa Fotográfica de Wifredo García fue un sueño, una ilusión guardada por muchos años y abierta al público el 11 de febrero de 1986; Wifredo eligió ese día por ser el aniversario del cumpleaños de su madre, María Domenech Clara de García. Siempre acariciaba la idea de que los fotógrafos tuvieran su propio local en donde se sintieran como en su casa y se reunieran para compartir experiencias y conversar de las inquietudes artísticas, a pesar de que Freddy Ginebra, tan generoso como siempre, aceptó y acepta a los fotógrafos artísticos con los brazos abiertos en su casa de teatro, que es la casa de los artistas, y donde post mortem una de las salas de exposición fue bautizada con el nombre del maestro Wifredo García, como un homenaje constante del amigo y de los artistas. Por el año 1982 Wifredo mandó construir dentro del predio familiar, una casa para su hija Margarita que se casaba con Marcos Vargas, y era su primogénita y la primera de sus hijos que se casaba; pero hacia el 1985 decidieron volver a su amado Santiago, de donde provenía la familia de su marido, motivo por el cual quedaron vacías las casas y nuestras almas también. A los pocos meses Wifredo me habló del deseo que tenía de comprar una casa en la ciudad Intramuros o Zona Colonial para así realizar su ansiado proyecto; entonces le propuse la casa que habían dejado los muchachos dentro del predio familiar, y me contesto que lo pensaría... A las pocas semanas nos reuníamos toda la familia para dejar constituida la asociación. Tomó como norma presentar al público y muy especialmente a la juventud desconocedora de nuestros valores, exposiciones, que tenían doble objetivo: homenajear a los grandes artistas del lente tanto del pasado como del presente, y que fueran por demás de carácter didáctico. En La Casa Fotográfica, pagando una membresía casi ridícula de unos pocos pesos, se podía tener acceso a laboratorios fotográficos de revelado, a color y en blanco y negro, y con una innovadora técnica, el cibachromme, paro lo que el maestro Wifredo García puso sus máquinas a disposición de la casa, también de una extensa biblioteca de revistas especializadas de fotografía, coleccionada por él por años, de libros especializados del tema y de libros de arte en general, así como también de extensas enciclopedias de arte; también poseía la casa un museo de cámaras fotográficas en perfecto estado y que iban de artefactos desde principios de siglos hasta el momento, dicho sea de paso el único en el área del Caribe; poseía también una sala de exposiciones para los artistas, donde se trataba de apoyar y aupar artistas noveles. En ella Wifredo guardaba sus útiles, trípodes, cámaras e instrumentos de uso personal, que los facilitaba para que la juventud aprendiera, pues enseñar y transmitir era su objetivo principal. En la casa también se impartían cursos de iniciación y avanzado del arte de la fotografía, pues para el maestro era muy importante la parte didáctica, como ya hemos dicho, tanto así que en las giras con los alumnos y asociados a la casa, era muy fácil verlo rodeado de estudiantes preguntándoles qué veía, qué retrataba, con qué lente, a qué exposición, cómo hacía la composición y demás cosas, y él con afabilidad responderle cada pregunta y finalizar diciéndoles, que la técnica era importante, pero mucho más era el ojo del fotógrafo, la sensibilidad artística y el aprender a ver donde nadie ve. De este modo nació la casa fotográfica, y dio inicio con una primera exposición artística para abrir sus puertas, “Retrospectiva del afamado médico y artista del lente Doctor Heriberto Pieter”, faceta que el público no conocía y que fue investigada y expuesta como homenaje al artista. Así se sucedieron una tras otras exposiciones de diversos artistas del lente tanto del pasado como del presente, podríamos nombrar la del maestro Héctor Báez, y de los diferentes artistas de diversos grupos fotográficos como lo son Fotogrupo, Grufos, Fotoclub, etc. Las exposiciones seguían aún después de la muerte de Wifredo García, auspiciadas por una directiva de La Casa Fotográfica, que él formó antes de morir, donde debemos destacar la labor del Doctor Antonio Ortega, nuestro querido Tony, la mía, su esposa Hortensia Marcial Silva de García, la de muchos más amigos y artistas que fueron alumnos del maestro Wifredo García. Antes de morir, el maestro, institucionalizó los concursos nacionales, las reuniones semanales, las giras fotográficas, las clases, las conferencias magistrales, las mesas redondas, las discusiones semanales y los concursos internos dentro de los grupos de clases y luego con los demás miembros de la casa. Vale destacar la labor también de los artistas y muchas veces ganadores de premios, y miembros de la Casa, primero a los cuatro en que el maestro confió su labor junto con su esposa, los artistas Antonio Ortega (Tony), Juan Guzmán, Pablo Bonelly, y Darío Báez, éste último fue también el encargado de sustituirlo en el copiado de sus fotos para el libro que salió post mortem, El Testamento De Plata, pues Wifredo García decía que él y Carlos Roedan eran los que mejor manejaban el laboratorio y copiado, tanto así que le confió esa labor, que para él era vital, pues en el copiado él decía que estaba la otra parte importante de la fotografía. Miembros con tareas especiales:
José Mejía: Encargado biblioteca y fichas y de horarios de cursos. Miembros en general:
Aníbal Polanco Otros de sus miembros destacados y colaboradores, fueron, Manuel Pujols, Mariano Hernández y Rafael Sánchez Cernuda. Por Hortensia Marcial de García
Wifredo García, un artista dominicano, por
Danilo de los Santos Wifredo García: Siempre presente
Wifredo García, el hombre, ya no está entre nosotros. Sin embargo, lo sentimos siempre presente. La excepcional densidad de su obra, tanto en calidad como en cantidad, pesa sobre la fotografía dominicana y, tal vez, pese aún más a medida que pase el tiempo. Así sucede con los grandes creadores de imágenes, y Wifredo García era un creador de imágenes, que, no obstante los múltiples reconocimientos manifestados a su persona, sus enseñanzas y evidentemente sus fotografías, todavía no ha sido valorado en su completa dimensión. Es el fotógrafo nuestro, dotado de la visión más actual y totalizante, de una manera a la vez natural y apasionada, sin concesiones, sin dogmatismos. La razón fundamental, aparte de la mirada del artista, la paciencia del artesano y la precisión del científico, para explicar tanta fecundidad era que la fotografía de Wifredo García se identificaba con la vida, que la vida de Wifredo García se identificaba con la fotografía. Caminante incansable de la cámara, su compromiso fotográfico comprendía la condición humana, la naturaleza, el campo, la ciudad, los interiores, los exteriores, la ancianidad, la juventud, la belleza, la fealdad, lo insólito, lo dramático. Asimismo se sumergía en los recuerdos, en el pasado, en la historia, que resucitaba increíblemente, entonces con percepciones y composiciones meditadas, aliando el escenario, el espectáculo y el concepto. Conseguía una pluralidad de atmósferas, poéticas, místicas, nostálgicas, festivas u hondamente sociales. Pero la dignidad y el respeto eran valores inherentes a su iconografía: Wifredo "no jugaba" con un pintoresquismo fácil o deformaciones grotescas. Si cautivaba la desgracia, se trataba de llamar nuestra conciencia y sacudir nuestras reacciones. Según semejante criterio, él no creía en un arte fotográfico "grauito", una segunda intención densificaba la visión propuesta. ... La fotografía dominicana tiene el deber de aprovechar el legado de Wifredo García y seguir sus pasos. Un descorazonamiento, una crisis momentánea, y la carestía de los materiales no pueden debilitar el alcance y el florecimiento de la fotografía dominicana. Aquí, en Casa de Teatro, que nunca dejó de alojar la fotografía en su inmenso corazón cultural, el excepcional Homenaje de Cincuenta Fotógrafos a Wifredo García, demuestra el vigor renovado, en nuestro país, del lenguaje artístico moderno por excelencia. Quienes creen que Wifredo García, desde su morada sin tiempo, está mirando, saben que debe sentirse muy feliz y, una vez más, realizado... Marianne de Tolentino
Wifredo García, un artista dominicano, por
Danilo de los Santos Fotogrupo, Inc.
1977 - 2007 El tiempo no ha podido disminuir el avance de la fotografía artística dominicana, por el contrario, cada día emergen nuevos grupos, nuevas figuras, nuevos valores y nuevas ideas buscando comprometerse con el fascinante y maravilloso mundo de la fotografía, así que aquella semilla que una vez sembró el distinguido profesor, con la idea de que algún día germinara y produjera buenos frutos, está en el presente actual. A nuestra memoria llegan los pensamientos del Profesor Wifredo García, cuando semanalmente viajaba desde la ciudad de Santiago, hasta la de Santo Domingo, para reunirse con un pequeño grupo de adeptos de una incipiente pero decidida idea de formar a FOTOGRUPO, el día 17 de octubre de 1977, en la residencia de Freddy Ginebra:
Conformaron la primera directiva, y estuvieron durante todo el año 1978, siendo reemplazada el 21 de febrero del año 1979 por otra Directiva compuesta de la siguiente manera:
De esta forma y poco a poco, fue aumentando el número de interesados en formar parte del grupo, de forma tal, que para el día 26 de noviembre del 1981 fueron publicados los estatutos que le daban la formalidad legal al grupo, en ellos aparecen como: Miembros Activos: Wifredo García, Camilo Yaryura, José Román Andujar, Manuel Pujols, Humberto Arvelo, Guarocuya Feliz, Miguel Coronado y Víctor Peralta. Miembros Pasivos: Luis Nova, José Alfredo Victoria, Ciprian Ramírez, Danilo Bobadilla, Rafael Miranda, Mariano Hernández, Wie Chiang y Cesar Rivera. En la actualidad, después de 30 años, Fotogrupo sigue trabajando, muchas veces formando, orientando e inspirando a aquellos que buscan conocer de la fotografía, tanto así, que ya pasan mas de 150 los fotógrafos y/o allegados que han pasado por nuestras reuniones, proyecciones, concursos, exposiciones, bienales y giras fotográficas. Hoy hacemos honor a esos 30 años de labor ininterrumpida, presentando ante los amantes de la Fotografía Artística Dominicana, una agenda de actividades fotográficas en la que incluimos una exposición retrospectiva, de nuestros actuales miembros y ex miembros del grupo, con la particularidad de que las fotografías presentadas, son exclusivamente obras premiadas en los diferentes concursos y bienales, nacionales e internacionales, que hemos participado a lo largo de estos 30 años. En lo adelante solo nos queda seguir esta labor que ciertamente hemos descubierto que no nos deja ganancias materiales, pero si una gran satisfacción en lo interior, satisfacción que nos conduce a seguir colaborando en pro de este arte que realmente nos apasiona. Rafael Sánchez Cernuda
Fotogrupo, Inc.
1. Conversatorio Fotográfico Panel de siete miembros y ex miembros de Fotogrupo presentan en un conversatorio informal las actividades realizadas y por realizar en los 30 años en pro de la fotografía artística dominicana. Reconocimiento a José Alfredo Victoria, por su constante labor fotográfica, por su quehacer fotográfico y por su dedicada y esmerada compañía por más de veinticinco años en el grupo. Panelistas:
Manuel Pujols Invitados: el público en general, amigos, compañeros, miembros y ex miembros de Fotogrupo.
2. Exposición Fotofestival Jazz Exposición fotografías tomadas por miembros de Fotogrupo en el recién pasado festival de Jazz de Casa de Teatro. Invitados: el público en general, amigos, compañeros, miembros y ex miembros de Fotogrupo.
3. Festival de Proyecciones Una noche de proyecciones de fotografías y/o audiovisuales. Limitados a 5 turnos (de no más de 15 minutos por turno) pre seleccionados, de miembros y ex miembros del grupo, que deseen proyectar sus fotos o audiovisuales. Invitados: el público en general, amigos, compañeros, miembros y ex miembros de Fotogrupo.
4. Foto Exposición XXX Aniversario Exposición fotográfica presentada por una exclusiva colección de obras premiadas y/o aceptadas en diferentes concursos o bienales, nacionales e internacionales, de la autoría de miembros y ex miembros de fotogrupo, en sus 30 años de labor fotográfica. Participantes: 30 ó 40 Obras Seleccionadas. Invitados: el público en general, amigos, compañeros, miembros y ex miembros de Fotogrupo.
5. Misa En Recordación Miembros Fallecidos Una solemne misa en memoria de nuestros compañeros idos, a celebrarse en la Parroquia San Judas Tadeo del sector de Naco. Invitados: el público en general, amigos, compañeros, miembros y ex miembros de Fotogrupo.
6. Foto Safari XXX Aniversario Viaje fotográfico a realizarse en guagua metro, con el objetivo de llegar a Salinas de Baní, organizado por miembros del grupo, partiendo bien temprano en la mañana y regresando en la nochecita, con un horario establecido de antemano y rigurosamente programado, con toda la información requerida de los lugares a visitar, refrigerios, paradas para el desayuno y el almuerzo, y toda la orientación e información requerida para poder realizar fotografías de alta calidad que brindarán los miembros de Fotogrupo. (Sujeto a Confirmación en Ruta y horario. Almuerzo no incluido). Invitados: el público en general, amigos, compañeros, miembros y ex miembros de Fotogrupo. Por Rafael Sánchez Cernuda
Wifredo García, un artista dominicano, por
Danilo de los Santos Palabras de Freddy Ginebra
El hombre inventa un aparato, lo bautiza con un nombre, y empieza a perfeccionarlo técnicamente. Quizás la motivación inicial de tal invención fuera, como ha sucedido generalmente con los grandes inventos, económica: la necesidad material, del propio autor o de la sociedad, ‘obligó’ – por así decirlo – al inventor a crear algo nuevo. Y el provecho material, el dinero o su equivalente, fue la razón de ser de cada invento en sus primeros años. Sin embargo, el ser humano, simbólico a pesar de sus ataduras reales, va trocando en arte toda técnica, o mejor dicho, utiliza a ésta como un medio para expresarse artísticamente, ahora más acorde con su naturaleza espiritual. Entonces, la técnica sigue importante (también lo pecuniario, no hay que engañarse); pero el arte, ese sentimiento humano materializado, va imponiéndose en el tiempo, haciéndose inmortal, logrando – incluso – salvar del olvido al invento que le dio origen. Esta labor de trascendencia se debe a los artistas, esos seres que han logrado inclinar su sensibilidad hacia formas y contenidos especiales, tan ajenos a la ciencia en cuanto no pueden ser explicados por ésta. Gracias a ellos la técnica se ha humanizado, superando lo meramente mercurial, consiguiendo denunciar y agradar, historizar y documentar, crear o simplemente comunicar. En nuestro país tuvimos hasta hace poco tiempo un artista que cumplió excelentemente este papel, en el ámbito de la fotografía: Wifredo García. No solo dominó Wifredo la técnica fotográfica, sin dudas importante en un arte que depende muy estrechamente de un aparato mecánico; también, y haciendo uso creativo de ella, alcanzo los más altos niveles de belleza expresiva, al mismo tiempo que los más profundos planteamientos temáticos. Testimonios – innumerables – de los amplísimos conocimientos técnicos de Wifredo García sobre fotografía pueden darlos los muchos alumnos que tuvo en vida, algunos de los cuales son hoy afamados fotógrafos. Gustosos nos hablarían de la fascinación que experimentaba este maestro con cada nuevo equipo fotográfico que salía al mercado, y del deleite que sentía mostrando los viejos equipos, varios con más de un siglo de antigüedad, que coleccionaba por ese puro amor que tenía por todo lo que se relacionara con su arte, y por esa vocación pedagógica que le llevaba a guardar aquello que fuera de interés para sus alumnos. (A propósito de su labor pedagógica, nuestra Casa de Teatro se enorgullece de haber servido de aula donde Wifredo impartiera cursos de iniciación y de especialización fotográficas). Y de su arte, de su estilo, de su lenguaje, son testigos los muchos e importantes premios que obtuviera en concursos tanto nacionales como extranjeros. Al respecto, quiero citar el comentario sobre Wifredo García publicado recientemente en la revista América, cuyo concurso fotográfico ganó nuestro artista en cuatro oportunidades; dice de su obra: “(....) el exquisito detalle artístico de los antepasados peruanos nos recuerda a Wifredo García, quien a los 53 años de edad llegó a ser uno de los mejores exponentes de la fotografía en República Dominicana, hasta su muerte el primero de septiembre último”. Mas, un artista no es únicamente sus conocimientos o su trabajo; también es él mismo como persona, como ser humano sometido a situaciones de necesidades y tensiones, llevando una existencia común a las de los demás hombres. Todos nosotros conocimos a Wifredo y sabemos de su sencillez y de su dedicación a los demás. Nunca su fama de artista consagrado le afectó hasta el punto de darle la espalda a otros jóvenes fotógrafos que le pidieron su orientación en más de una ocasión. Muestras de ese desprendimiento son sus iniciativas para fundar los grupos fotográficos Jueves 68 y Fotogrupo, cunas de los que en la actualidad son renombrados fotógrafos, y de la Casa Fotográfica, su último gran legado a la fotografía dominicana, la cual constituyó ya al final de sus días, preocupado tal vez en dejar a las futuras generaciones un lugar para aprender y desarrollar este arte que exige tanta práctica. La revista América también dedica unas líneas a Wifredo como humano: “Conocido por su modestia y su gran generosidad, García vivía multiplicando el pan y la esperanza, la esperanza y el amor”. Nada dicho con más justicia. Vemos, pues, que esta exposición colectiva en homenaje a Wifredo García no es simplemente un requisito tras su muerte. Por el contrario, es un tributo de sus discípulos y compañeros de arte por la titánica labor que llevó a cabo a favor de la fotografía dominicana; es la expresión de gratitud de los fotógrafos dominicanos a quien de alguna forma, a través de sus clases o sus libros, por una breve consulta o con sus fotos, fue su maestro; y es el reconocimiento a la persona que, encumbrado en el arte con premios y distinciones, no dejó de ayudar y enseñar. Sé que resultaría manido terminar estas palabras diciendo: “Wifredo García no está muerto; permanece entre nosotros”. Pero en este caso no habría otra manera de decirlo, pues no puede olvidarse a un artista que logró superar la técnica de su arte para trascender, inmortalizándose, en una obra bellamente expresada, profundamente planteada, y original. Por Freddy Ginebra
Wifredo García, un artista dominicano, por
Danilo de los Santos Conversaciones - Wifredo García... click
De pie, como si me estuviera esperando. Sonríe. Lo rodean árboles, perros enanos y a la
izquierda su escondite, un
laboratorio en el que pasa horas, días, vida.
-Comencé la fotografía como comienza todo el mundo, buscando tener una documentación, un
record, un recuerdo de algo.
Entonces después cuando descubrí los resultados me di cuenta que necesitaba mejorar la
técnica.
El sol nos persigue. Nos levantamos vaso en mano.
-¿Cuándo se es profesional en la fotografía? - dejo caer.
-¿Cómo defines al fotógrafo? - insisto.
-¿Qué opinas de la fotografía en República Dominicana? ¡¡Cuidado con ese público!! -
le advierto.
-¿Crees que la fotografía pueda vender igual que una obra pictórica? - pregunto
mientras apuramos, corremos de
una esquina a otra.
Frena un carro. Un amigo.
-¿Ocupa la fotografía su justo lugar?
-Hablemos de la nacionalidad de la fotografía... ¿crees que la fotografía tenga
nacionalidad? Y si tiene ¿cómo se
descubre esa nacionalidad?
– el sol está en pleno apogeo. Goza con nosotros y el sudor moja la acera. Wifredo saca un
pañuelo antes de
contestar.
-¿Qué tal un pedazo de piña?
-¿Cómo clasificarías tú, tu fotografía?
-¿Utilizas tú la fotografía para...
-Bien, eh... – me atortojo - ¿Cuál es tu mejor foto?
-¿Qué prefieres, el Blanco y Negro o el Color?
Desde donde estamos se ve el mar. El mediodía ha alcanzado toda su plenitud, nuestro amigo
el sol está en todo su
esplendor. Ya pasó el efecto de la piña, hasta la conversación suda. Trato de poner un tema
refrescante. Se me ocurre el
futuro.
-¿Algún libro publicado? “Más cerca del mar, casi un espejismo. Carros, bocinas, guineos, policías, más carros, más calor, tengo su número, cómpreme uno...”
-¿Cómo divides tu tiempo?
La brisa del mar, el sol, una enorme cámara aparece y desaparece, la boca seca, me duelen
las rodillas, Wifredo crece y
se achica, cambia de color, una ola, dos olas, kilómetros, no me siento los
pies. Por Freddy Ginebra
Wifredo García, un artista dominicano, por
Danilo de los Santos Una retrospectiva que hay que ver
Esto no será una crítica. No podría serlo. Se me hace cuesta arriba para no decir inaceptable, abordar con la aséptica objetividad del analista la retrospectiva fotográfica que Wifredo García, el maestro indiscutible de la cámara, el lírico de la lente, el ferviente enamorado de lo nuestro, amenazado ahora por penosa enfermedad y con la tranquila sonrisa del que sabe que treinta años de trabajo fecundo perpetúan su nombre, expone en las paredes de la Galería de Arte Moderno. La retrospectiva titulada 30 Años en Fotografía que se inauguró el 15 de este mes en dos salas – por cierto insoportablemente calurosas – de la más importante institución artística del país constituye un homenaje más que merecido a la labor de un fotógrafo que con humildad, sin que los lauros adquiridos le trastornasen la cabeza y, sobre todo, haciendo gala de perseverancia rara en nuestro medio se dedicó no sólo a plasmar obra personal de indiscutible relevancia estética sino, lo que es mucho menos común, se abocó al enojoso oficio – tantas veces recompensado con la ingratitud de la enseñaza, de la formación de las jóvenes generaciones en los secretos de la fotografía. Wifredo es un verdadero artista y un carácter generoso y bueno. Posiblemente sea este el mejor elogio que de él podamos hacer... un alma sensible que descubre en las cosas sencillas, en las más habituales situaciones, en los objetos más corrientes y vulgares esa poesía que la mayoría de los hombres no son capaces de advertir. Y luego de reconocer el pálpito de hermosura que envuelve lo que su lente enfoca, inventa el lenguaje con que revela a todos lo que hasta entonces nos había pasado desapercibido. No hay tema sobre el que la cámara de Wifredo se dirija que no desnude al punto sus misterios y nos entregue en ese instante para siempre congelado, que es la foto, sus remotos enigmas. Rostros, paisajes, interiores, calles de pueblo, pájaros, fiestas populares, no importa cuál sea el asunto, el artista, siempre en afanosa pesquisa tras la identidad evasiva y problemática de lo dominicano – sin duda porque del encuentro con esa identidad depende su propia paz interior –, el artista, repito, desde que da inicio a su labor en los años cincuenta hasta hoy día mantiene una trayectoria de impresionante coherencia expresiva en la que la preocupación por los aspectos formales, por la gramática del hecho fotográfico, constituye quizás la constante más significativa de su denodado esfuerzo creador. El fotógrafo sabe lo que tiene entre manos. Jamás olvida que ver es siempre interpretar y que crear significa poner en el asunto ajeno esa parte de verdad íntima e insustituible, esa porción de vida interior en la que nos reconocemos unidos por intangibles lazos a la exterioridad objetual y con frecuencia huraña de lo que nos rodea. Para otra ocasión más propicia dejaré el comentario pormenorizado de tan emotiva exposición. Vaya a admirarla en la Galería de Arte Moderno – quien con este evento se apunta un nuevo tanto a su favor – el amante de lo bello y de lo bueno. Y rinda así el lector con su presencia homenaje a un dominicano de quien las futuras generaciones sabrán recoger, con amor reverente y sincera devoción lo que la juventud actual, extraviada en la trivialidad y el vicio, no ha comenzado aún a vislumbrar. Por León David
Wifredo García, un artista dominicano, por
Danilo de los Santos |