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Wifredo García, un artista dominicano, por Danilo de los Santos
La Casa Fotográfica de Wifredo García, por Hortensia Marcial de García
Wifredo García: Siempre presente, por Marianne de Tolentino
Fotogrupo, Inc., por Rafael Sánchez Cernuda
Palabras de Freddy Ginebra, por Freddy Ginebra
Conversaciones - Wifredo García... click, por Freddy Ginebra
Una retrospectiva que hay que ver, por León David

Wifredo García, un artista dominicano

En el cauce de las artes plásticas dominicanas que se registran a partir de 1968, una expresión que se desarrolla con carácter impositivo, es la fotografía. Pero no aquella que nos revela documentalmente una imagen cedularia, que ilustra el reportaje masivo o es gráfica de resaltados eventos sociales y políticos. Nos referimos a esta otra expresión fotográfica que aún siendo también resultado del manejo mecánico de un artefacto y sus medios, nos llevan del ejercitador de una faena rutinaria al dilectante que hace de tal labor, una pasión. Entonces señalamos también que no nos referimos a la toma fotográfica del quehacer cotidiano, sino a la toma que busca elevarse con pretensión y resultado de ser una obra de arte.

En la expresión de la fotografía artística como en las plásticas nacionales que aludimos, la posición de Wifredo García es incuestionable. Dentro de las mismas está su presencia tanto como ella nos registra su aportación y trayectoria desde el momento en que asume una opción definitiva y camina a partir de la asociación “Jueves 68”, que fue todo un movimiento grupal espontáneo y entusiasta, que mucho ha tenido que ver con la fotografía contemporánea y dominicana, surgida para la década del sesenta. Y Wifredo García, que reserva la cualidad de animar vocaciones seguidoras, se moviliza después de esta experiencia en varias direcciones: como artista individual, como teórico, como articulista y autor de libros; en definitiva como líder que hace de sus juicios una polémica, una cátedra, una referencia y una atención.

Temperamento fuerte como el de todo conquistador decidido, Wifredo García es de los importantes nombres dominicanos que imponen la fotografía como arte, en la sociedad en que se desenvuelven. Y si tal conquista ha tenido un reconocimiento, identificables son los signos de su expresión personal, que bien podemos llamar el inconfundible estilo de la fotografía de Wifredo García. Con ese estilo, nos demuestra en todos los ciclos desarrollados –de las tomas en blanco y negro hasta el color y los temas-, una extraordinaria fuerza realística que cuando se vuelve más dramática, cuando parece distorsionarse o nos resulta ideal y poética, es porque el prisma racional del artista no sólo busca enfatizar un objetivo, -el punto de interés- sino hacer más lúcida su visión instintiva. Al realismo transparente de su estilo tenemos que sumarle como signo, el manejo de su técnica, tan perfeccionada que hacen sumamente expresivos o puros cualquiera de sus manejos temáticos.

Podemos decir que el estilo de la fotografía de Wifredo García no nos sorprende con fluctuaciones o devaneos lingüísticos porque la escritura de sus tomas se sostiene en un vertical y fortalecido vigor que podemos constatar cuando nos encontramos contemplándolas. Si las más visibles imágenes se afirman en el llamado imperio de lo objetivo, Wifredo García como artista fotógrafo posee el dominio para captar lo que sus ojos y sus sentimientos quieren retener, y devolver lo que quiere mostrarnos de la realidad.

Por Danilo de los Santos

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La Casa Fotográfica de Wifredo García

La Casa Fotográfica de Wifredo García fue un sueño, una ilusión guardada por muchos años y abierta al público el 11 de febrero de 1986; Wifredo eligió ese día por ser el aniversario del cumpleaños de su madre, María Domenech Clara de García.

Siempre acariciaba la idea de que los fotógrafos tuvieran su propio local en donde se sintieran como en su casa y se reunieran para compartir experiencias y conversar de las inquietudes artísticas, a pesar de que Freddy Ginebra, tan generoso como siempre, aceptó y acepta a los fotógrafos artísticos con los brazos abiertos en su casa de teatro, que es la casa de los artistas, y donde post mortem una de las salas de exposición fue bautizada con el nombre del maestro Wifredo García, como un homenaje constante del amigo y de los artistas.

Por el año 1982 Wifredo mandó construir dentro del predio familiar, una casa para su hija Margarita que se casaba con Marcos Vargas, y era su primogénita y la primera de sus hijos que se casaba; pero hacia el 1985 decidieron volver a su amado Santiago, de donde provenía la familia de su marido, motivo por el cual quedaron vacías las casas y nuestras almas también.

A los pocos meses Wifredo me habló del deseo que tenía de comprar una casa en la ciudad Intramuros o Zona Colonial para así realizar su ansiado proyecto; entonces le propuse la casa que habían dejado los muchachos dentro del predio familiar, y me contesto que lo pensaría... A las pocas semanas nos reuníamos toda la familia para dejar constituida la asociación.

Tomó como norma presentar al público y muy especialmente a la juventud desconocedora de nuestros valores, exposiciones, que tenían doble objetivo: homenajear a los grandes artistas del lente tanto del pasado como del presente, y que fueran por demás de carácter didáctico.

En La Casa Fotográfica, pagando una membresía casi ridícula de unos pocos pesos, se podía tener acceso a laboratorios fotográficos de revelado, a color y en blanco y negro, y con una innovadora técnica, el cibachromme, paro lo que el maestro Wifredo García puso sus máquinas a disposición de la casa, también de una extensa biblioteca de revistas especializadas de fotografía, coleccionada por él por años, de libros especializados del tema y de libros de arte en general, así como también de extensas enciclopedias de arte; también poseía la casa un museo de cámaras fotográficas en perfecto estado y que iban de artefactos desde principios de siglos hasta el momento, dicho sea de paso el único en el área del Caribe; poseía también una sala de exposiciones para los artistas, donde se trataba de apoyar y aupar artistas noveles.

En ella Wifredo guardaba sus útiles, trípodes, cámaras e instrumentos de uso personal, que los facilitaba para que la juventud aprendiera, pues enseñar y transmitir era su objetivo principal. En la casa también se impartían cursos de iniciación y avanzado del arte de la fotografía, pues para el maestro era muy importante la parte didáctica, como ya hemos dicho, tanto así que en las giras con los alumnos y asociados a la casa, era muy fácil verlo rodeado de estudiantes preguntándoles qué veía, qué retrataba, con qué lente, a qué exposición, cómo hacía la composición y demás cosas, y él con afabilidad responderle cada pregunta y finalizar diciéndoles, que la técnica era importante, pero mucho más era el ojo del fotógrafo, la sensibilidad artística y el aprender a ver donde nadie ve.

De este modo nació la casa fotográfica, y dio inicio con una primera exposición artística para abrir sus puertas, “Retrospectiva del afamado médico y artista del lente Doctor Heriberto Pieter”, faceta que el público no conocía y que fue investigada y expuesta como homenaje al artista.

Así se sucedieron una tras otras exposiciones de diversos artistas del lente tanto del pasado como del presente, podríamos nombrar la del maestro Héctor Báez, y de los diferentes artistas de diversos grupos fotográficos como lo son Fotogrupo, Grufos, Fotoclub, etc.

Las exposiciones seguían aún después de la muerte de Wifredo García, auspiciadas por una directiva de La Casa Fotográfica, que él formó antes de morir, donde debemos destacar la labor del Doctor Antonio Ortega, nuestro querido Tony, la mía, su esposa Hortensia Marcial Silva de García, la de muchos más amigos y artistas que fueron alumnos del maestro Wifredo García.

Antes de morir, el maestro, institucionalizó los concursos nacionales, las reuniones semanales, las giras fotográficas, las clases, las conferencias magistrales, las mesas redondas, las discusiones semanales y los concursos internos dentro de los grupos de clases y luego con los demás miembros de la casa.

Vale destacar la labor también de los artistas y muchas veces ganadores de premios, y miembros de la Casa, primero a los cuatro en que el maestro confió su labor junto con su esposa, los artistas Antonio Ortega (Tony), Juan Guzmán, Pablo Bonelly, y Darío Báez, éste último fue también el encargado de sustituirlo en el copiado de sus fotos para el libro que salió post mortem, El Testamento De Plata, pues Wifredo García decía que él y Carlos Roedan eran los que mejor manejaban el laboratorio y copiado, tanto así que le confió esa labor, que para él era vital, pues en el copiado él decía que estaba la otra parte importante de la fotografía.

Miembros con tareas especiales:

José Mejía: Encargado biblioteca y fichas y de horarios de cursos.
Pablo Bonelly y José Sallent: Encargados del concurso anual.
César Muñoz: Calendario mensual.
Giuseppe Di Franco: Curso de iniciación.
Antonio Ortega (Tony) y José Báez: Nivel avanzado.
Rafael Félix: Encargado de giras.
Juan P. Santos: Evaluación de giras y muestras para exposición.
Juan Guzmán: Suministro de material.
Juan Guzmán, Pablo Bonelly y Arístides Jorge: Coordinación general, reuniones periódicas, chequeos y control.

Miembros en general:

Aníbal Polanco
Antonio Ortega
Antonio Oviedo
Arístides Jorge
Arturo Estrella
Augusto Roquel
B. Roman Olivares
Bárbara Hernández
Betty De Blanco
Bolívar Nova
Carlos Roedan
César Muñoz
Daniel Doble
Daniel Matías
Darío Báez Felipe
Dino Campagna
Elpidio Molina
Elpidio Mota
Ester Gorian
Eusebio García
Francisco Peña
German Cardin
Giuseppe Di Franco
Gustavo Aguiar
Héctor Álvarez
Héctor Febles
Heriberto Hernández
Humberto Arvelo
Ilsa Prieto
Iván Quiñones
J. Enrique Sallent
Jaime León
Jesús I. García
Joann García
José (Yosy) Mejía
José Augusto Mejía
José Báez
Juan Guzmán
Juan José Tejada
Juan Pablo Santos
Julio Mariñez
Julio Mercado
Julio Reyes
Lorenzo Herrera
Luis Peña Manso
Luz Del Alba Molina
Manuel Emilio Lara Polanco
Manuel Ramiro Matos
Maribel Campusano Gil
Mercedes De La Rosa
Miguel A. Estepan
Miguel Ángel Sequeyro
Oscar Pretell
Osvaldo Carbucia
Pablo Bonelly
Paolo Del Conte
Paulino Vicente
Pavel Cruz Mejía
Rafael Félix
Rafael Gurbi
Rafael Jorge
Ramón Jiménez
Randolph Phipps
Rocío Bueno Núñez
Romina Marranzini Puig
Sabina Miranda
Sócrates Oviedo
Víctor Vásquez
Victoria Hernández
Wie Chiang
Xiomara Paredes
Yovanny Matos

Otros de sus miembros destacados y colaboradores, fueron, Manuel Pujols, Mariano Hernández y Rafael Sánchez Cernuda.

Por Hortensia Marcial de García

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Fotogrupo, Inc., por Rafael Sánchez Cernuda
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Wifredo García: Siempre presente

Wifredo García, el hombre, ya no está entre nosotros. Sin embargo, lo sentimos siempre presente.

La excepcional densidad de su obra, tanto en calidad como en cantidad, pesa sobre la fotografía dominicana y, tal vez, pese aún más a medida que pase el tiempo. Así sucede con los grandes creadores de imágenes, y Wifredo García era un creador de imágenes, que, no obstante los múltiples reconocimientos manifestados a su persona, sus enseñanzas y evidentemente sus fotografías, todavía no ha sido valorado en su completa dimensión.

Es el fotógrafo nuestro, dotado de la visión más actual y totalizante, de una manera a la vez natural y apasionada, sin concesiones, sin dogmatismos. La razón fundamental, aparte de la mirada del artista, la paciencia del artesano y la precisión del científico, para explicar tanta fecundidad era que la fotografía de Wifredo García se identificaba con la vida, que la vida de Wifredo García se identificaba con la fotografía.

Caminante incansable de la cámara, su compromiso fotográfico comprendía la condición humana, la naturaleza, el campo, la ciudad, los interiores, los exteriores, la ancianidad, la juventud, la belleza, la fealdad, lo insólito, lo dramático. Asimismo se sumergía en los recuerdos, en el pasado, en la historia, que resucitaba increíblemente, entonces con percepciones y composiciones meditadas, aliando el escenario, el espectáculo y el concepto.

Conseguía una pluralidad de atmósferas, poéticas, místicas, nostálgicas, festivas u hondamente sociales. Pero la dignidad y el respeto eran valores inherentes a su iconografía: Wifredo "no jugaba" con un pintoresquismo fácil o deformaciones grotescas. Si cautivaba la desgracia, se trataba de llamar nuestra conciencia y sacudir nuestras reacciones. Según semejante criterio, él no creía en un arte fotográfico "grauito", una segunda intención densificaba la visión propuesta.

... La fotografía dominicana tiene el deber de aprovechar el legado de Wifredo García y seguir sus pasos. Un descorazonamiento, una crisis momentánea, y la carestía de los materiales no pueden debilitar el alcance y el florecimiento de la fotografía dominicana.

Aquí, en Casa de Teatro, que nunca dejó de alojar la fotografía en su inmenso corazón cultural, el excepcional Homenaje de Cincuenta Fotógrafos a Wifredo García, demuestra el vigor renovado, en nuestro país, del lenguaje artístico moderno por excelencia. Quienes creen que Wifredo García, desde su morada sin tiempo, está mirando, saben que debe sentirse muy feliz y, una vez más, realizado...

Marianne de Tolentino

Wifredo García, un artista dominicano, por Danilo de los Santos
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Una retrospectiva que hay que ver, por León David

Fotogrupo, Inc.

1977 - 2007
30 Aniversario
[Miembro de la Federación Internacional del Arte Fotográfico, FIAP]

El tiempo no ha podido disminuir el avance de la fotografía artística dominicana, por el contrario, cada día emergen nuevos grupos, nuevas figuras, nuevos valores y nuevas ideas buscando comprometerse con el fascinante y maravilloso mundo de la fotografía, así que aquella semilla que una vez sembró el distinguido profesor, con la idea de que algún día germinara y produjera buenos frutos, está en el presente actual.

A nuestra memoria llegan los pensamientos del Profesor Wifredo García, cuando semanalmente viajaba desde la ciudad de Santiago, hasta la de Santo Domingo, para reunirse con un pequeño grupo de adeptos de una incipiente pero decidida idea de formar a FOTOGRUPO, el día 17 de octubre de 1977, en la residencia de Freddy Ginebra:

María Rosa de Roedán: Secretaria Ejecutiva
Wifredo García: Encargado Cursos y Educación
José R. Andujar y Freddy Ginebra: Relaciones Públicas
Patricio Quiñones: Encargado Técnico y Viajes
Hugo Beras y Danilo Bobadilla: Encargado De Compras

Conformaron la primera directiva, y estuvieron durante todo el año 1978, siendo reemplazada el 21 de febrero del año 1979 por otra Directiva compuesta de la siguiente manera:

Danilo Bobadilla: Director – Tesorero
Maria Rosa Roedán: Secretaria
Carlos Roedán: Encargado Exposiciones
Mariano Hernández: Encargado Concursos
Ramón Gutiérrez: Encargado Giras
Wifredo García: Asesor General

De esta forma y poco a poco, fue aumentando el número de interesados en formar parte del grupo, de forma tal, que para el día 26 de noviembre del 1981 fueron publicados los estatutos que le daban la formalidad legal al grupo, en ellos aparecen como:

Miembros Activos:

Wifredo García, Camilo Yaryura, José Román Andujar, Manuel Pujols, Humberto Arvelo, Guarocuya Feliz, Miguel Coronado y Víctor Peralta.

Miembros Pasivos:

Luis Nova, José Alfredo Victoria, Ciprian Ramírez, Danilo Bobadilla, Rafael Miranda, Mariano Hernández, Wie Chiang y Cesar Rivera.

En la actualidad, después de 30 años, Fotogrupo sigue trabajando, muchas veces formando, orientando e inspirando a aquellos que buscan conocer de la fotografía, tanto así, que ya pasan mas de 150 los fotógrafos y/o allegados que han pasado por nuestras reuniones, proyecciones, concursos, exposiciones, bienales y giras fotográficas.

Hoy hacemos honor a esos 30 años de labor ininterrumpida, presentando ante los amantes de la Fotografía Artística Dominicana, una agenda de actividades fotográficas en la que incluimos una exposición retrospectiva, de nuestros actuales miembros y ex miembros del grupo, con la particularidad de que las fotografías presentadas, son exclusivamente obras premiadas en los diferentes concursos y bienales, nacionales e internacionales, que hemos participado a lo largo de estos 30 años.

En lo adelante solo nos queda seguir esta labor que ciertamente hemos descubierto que no nos deja ganancias materiales, pero si una gran satisfacción en lo interior, satisfacción que nos conduce a seguir colaborando en pro de este arte que realmente nos apasiona.

Rafael Sánchez Cernuda
Director

Fotogrupo, Inc.
Proyecto XXX Aniversario
Agenda

1. Conversatorio Fotográfico
Fotogrupo Ayer y Hoy
Miércoles 3 Octubre, 8:00 p.m., Auditorio Casa de Teatro

Panel de siete miembros y ex miembros de Fotogrupo presentan en un conversatorio informal las actividades realizadas y por realizar en los 30 años en pro de la fotografía artística dominicana. Reconocimiento a José Alfredo Victoria, por su constante labor fotográfica, por su quehacer fotográfico y por su dedicada y esmerada compañía por más de veinticinco años en el grupo.

Panelistas:

Manuel Pujols
Juan de los Santos
Jesús Rodríguez
José Antigua
Luis Nova
Mariano Hernández
Ricardo Batista
Osvaldo Carbuccia

Invitados: el público en general, amigos, compañeros, miembros y ex miembros de Fotogrupo.

2. Exposición Fotofestival Jazz
Exposición Fotos Festival de Jazz
Martes 9 Octubre, 8:00 p.m., Sala Paul Giudicelli, Casa de Teatro

Exposición fotografías tomadas por miembros de Fotogrupo en el recién pasado festival de Jazz de Casa de Teatro.

Invitados: el público en general, amigos, compañeros, miembros y ex miembros de Fotogrupo.

3. Festival de Proyecciones
Noche de Proyección de Fotografías y Audiovisuales
Miércoles 10 Octubre, 7:30 p.m., Auditorio Casa de Teatro

Una noche de proyecciones de fotografías y/o audiovisuales. Limitados a 5 turnos (de no más de 15 minutos por turno) pre seleccionados, de miembros y ex miembros del grupo, que deseen proyectar sus fotos o audiovisuales.

Invitados: el público en general, amigos, compañeros, miembros y ex miembros de Fotogrupo.

4. Foto Exposición XXX Aniversario
30 Años de Premios y Aceptaciones
Jueves 18 octubre, 7:30 p.m. Sala Paul Giudicelli, Casa de Teatro

Exposición fotográfica presentada por una exclusiva colección de obras premiadas y/o aceptadas en diferentes concursos o bienales, nacionales e internacionales, de la autoría de miembros y ex miembros de fotogrupo, en sus 30 años de labor fotográfica.

Participantes: 30 ó 40 Obras Seleccionadas.

Invitados: el público en general, amigos, compañeros, miembros y ex miembros de Fotogrupo.

5. Misa En Recordación Miembros Fallecidos
Wifredo García
Antonio Ortega
Rafael Miranda
Alejandro Lajara
Víctor Cortina
Jueves 25 octubre, 6:00 p.m., Parroquia San Judas Tadeo

Una solemne misa en memoria de nuestros compañeros idos, a celebrarse en la Parroquia San Judas Tadeo del sector de Naco.

Invitados: el público en general, amigos, compañeros, miembros y ex miembros de Fotogrupo.

6. Foto Safari XXX Aniversario
Viaje Fotográfico
Domingo 28 octubre, 6:00 a.m., Plaza Francesa

Viaje fotográfico a realizarse en guagua metro, con el objetivo de llegar a Salinas de Baní, organizado por miembros del grupo, partiendo bien temprano en la mañana y regresando en la nochecita, con un horario establecido de antemano y rigurosamente programado, con toda la información requerida de los lugares a visitar, refrigerios, paradas para el desayuno y el almuerzo, y toda la orientación e información requerida para poder realizar fotografías de alta calidad que brindarán los miembros de Fotogrupo. (Sujeto a Confirmación en Ruta y horario. Almuerzo no incluido).

Invitados: el público en general, amigos, compañeros, miembros y ex miembros de Fotogrupo.

Por Rafael Sánchez Cernuda

Wifredo García, un artista dominicano, por Danilo de los Santos
La Casa Fotográfica de Wifredo García, por Hortensia Marcial de García
Wifredo García: Siempre presente, por Marianne de Tolentino
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Palabras de Freddy Ginebra, por Freddy Ginebra
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Palabras de Freddy Ginebra

El hombre inventa un aparato, lo bautiza con un nombre, y empieza a perfeccionarlo técnicamente. Quizás la motivación inicial de tal invención fuera, como ha sucedido generalmente con los grandes inventos, económica: la necesidad material, del propio autor o de la sociedad, ‘obligó’ – por así decirlo – al inventor a crear algo nuevo. Y el provecho material, el dinero o su equivalente, fue la razón de ser de cada invento en sus primeros años.

Sin embargo, el ser humano, simbólico a pesar de sus ataduras reales, va trocando en arte toda técnica, o mejor dicho, utiliza a ésta como un medio para expresarse artísticamente, ahora más acorde con su naturaleza espiritual. Entonces, la técnica sigue importante (también lo pecuniario, no hay que engañarse); pero el arte, ese sentimiento humano materializado, va imponiéndose en el tiempo, haciéndose inmortal, logrando – incluso – salvar del olvido al invento que le dio origen.

Esta labor de trascendencia se debe a los artistas, esos seres que han logrado inclinar su sensibilidad hacia formas y contenidos especiales, tan ajenos a la ciencia en cuanto no pueden ser explicados por ésta. Gracias a ellos la técnica se ha humanizado, superando lo meramente mercurial, consiguiendo denunciar y agradar, historizar y documentar, crear o simplemente comunicar.

En nuestro país tuvimos hasta hace poco tiempo un artista que cumplió excelentemente este papel, en el ámbito de la fotografía: Wifredo García. No solo dominó Wifredo la técnica fotográfica, sin dudas importante en un arte que depende muy estrechamente de un aparato mecánico; también, y haciendo uso creativo de ella, alcanzo los más altos niveles de belleza expresiva, al mismo tiempo que los más profundos planteamientos temáticos.

Testimonios – innumerables – de los amplísimos conocimientos técnicos de Wifredo García sobre fotografía pueden darlos los muchos alumnos que tuvo en vida, algunos de los cuales son hoy afamados fotógrafos. Gustosos nos hablarían de la fascinación que experimentaba este maestro con cada nuevo equipo fotográfico que salía al mercado, y del deleite que sentía mostrando los viejos equipos, varios con más de un siglo de antigüedad, que coleccionaba por ese puro amor que tenía por todo lo que se relacionara con su arte, y por esa vocación pedagógica que le llevaba a guardar aquello que fuera de interés para sus alumnos. (A propósito de su labor pedagógica, nuestra Casa de Teatro se enorgullece de haber servido de aula donde Wifredo impartiera cursos de iniciación y de especialización fotográficas).

Y de su arte, de su estilo, de su lenguaje, son testigos los muchos e importantes premios que obtuviera en concursos tanto nacionales como extranjeros. Al respecto, quiero citar el comentario sobre Wifredo García publicado recientemente en la revista América, cuyo concurso fotográfico ganó nuestro artista en cuatro oportunidades; dice de su obra: “(....) el exquisito detalle artístico de los antepasados peruanos nos recuerda a Wifredo García, quien a los 53 años de edad llegó a ser uno de los mejores exponentes de la fotografía en República Dominicana, hasta su muerte el primero de septiembre último”.

Mas, un artista no es únicamente sus conocimientos o su trabajo; también es él mismo como persona, como ser humano sometido a situaciones de necesidades y tensiones, llevando una existencia común a las de los demás hombres. Todos nosotros conocimos a Wifredo y sabemos de su sencillez y de su dedicación a los demás. Nunca su fama de artista consagrado le afectó hasta el punto de darle la espalda a otros jóvenes fotógrafos que le pidieron su orientación en más de una ocasión. Muestras de ese desprendimiento son sus iniciativas para fundar los grupos fotográficos Jueves 68 y Fotogrupo, cunas de los que en la actualidad son renombrados fotógrafos, y de la Casa Fotográfica, su último gran legado a la fotografía dominicana, la cual constituyó ya al final de sus días, preocupado tal vez en dejar a las futuras generaciones un lugar para aprender y desarrollar este arte que exige tanta práctica. La revista América también dedica unas líneas a Wifredo como humano: “Conocido por su modestia y su gran generosidad, García vivía multiplicando el pan y la esperanza, la esperanza y el amor”. Nada dicho con más justicia.

Vemos, pues, que esta exposición colectiva en homenaje a Wifredo García no es simplemente un requisito tras su muerte. Por el contrario, es un tributo de sus discípulos y compañeros de arte por la titánica labor que llevó a cabo a favor de la fotografía dominicana; es la expresión de gratitud de los fotógrafos dominicanos a quien de alguna forma, a través de sus clases o sus libros, por una breve consulta o con sus fotos, fue su maestro; y es el reconocimiento a la persona que, encumbrado en el arte con premios y distinciones, no dejó de ayudar y enseñar.

Sé que resultaría manido terminar estas palabras diciendo: “Wifredo García no está muerto; permanece entre nosotros”. Pero en este caso no habría otra manera de decirlo, pues no puede olvidarse a un artista que logró superar la técnica de su arte para trascender, inmortalizándose, en una obra bellamente expresada, profundamente planteada, y original.

Por Freddy Ginebra

Wifredo García, un artista dominicano, por Danilo de los Santos
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Wifredo García: Siempre presente, por Marianne de Tolentino
Fotogrupo, Inc., por Rafael Sánchez Cernuda
Palabras de Freddy Ginebra, por Freddy Ginebra
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Conversaciones - Wifredo García... click

De pie, como si me estuviera esperando. Sonríe. Lo rodean árboles, perros enanos y a la izquierda su escondite, un laboratorio en el que pasa horas, días, vida.
-¿Llego a tiempo, verdad?
-Me sorprende tu puntualidad, apenas faltan 5 minutos para las once.
Contesta Wifredo García y añade: eres un entrevistador serio.
Me miró de reojo. Es sábado, por lo tanto llevo pantalones cortos y sin zapatos.
-Hace calor – digo para justificar la vestimenta.
Nos dimos la mano, beso a Hortensia su esposa, a Margarita su hija mayor y a la más pequeña.
Los perros enanos me ladran, los gatos me miran y sospechan. –No quisiera ser formal en esta conversación – comienzo – me gustaría que brotara espontáneamente, sin prisas, que dijeras lo que se te ocurriera.
La familia desaparece discretamente. Los perros no.
-Sentémonos aquí, que hace más fresco.
-Donde tú quieras. Lo importante es que te sientas cómodo.
-Traje mi cámara pues quiero retratar a quien retrata.
Wifredo se ríe, mira mi cámara y en cuestión de segundos leo en sus ojos que su computador cerebral la evalúa, kónica, automática, flash insertado, ALX4JB8001...
-Me ha defendido bien – le corto su elucubración técnica – Creo es una buena cámara.
-Sí lo es – dice directamente.
-¿Una limonada?
-Gracias Hortensia.
-¿Y tú?
-Igual.

-Comencé la fotografía como comienza todo el mundo, buscando tener una documentación, un record, un recuerdo de algo. Entonces después cuando descubrí los resultados me di cuenta que necesitaba mejorar la técnica.
(Creo ha comenzado a responder)... hubo unos fracasos fenomenales. Entonces para mejorar la técnica empecé a comprar libros, empecé a comprar revistas y me di cuenta de lo poco que sabía, y además de lo mucho que se puede hacer con la fotografía y entonces poco a poco fui ampliando mi mundo fotográfico.
Yo solía escribir mucho, me gustaba escribir, quería ser escritor; me di cuenta de que podía expresarme mejor a través de las imágenes fotográficas y fui sustituyendo poco a poco mi expresividad de la escritura por la imagen. Para mí la fotografía es mi forma de expresión, mi forma de vida. Gira todo alrededor de ella.

El sol nos persigue. Nos levantamos vaso en mano.
-¿Si quieres caminamos? - le digo.
Wifredo apura la limonada y acepta.
-Caminemos.
Es Arroyo Hondo.
Árboles, caminos, carros que pasan, sin rumbo. El diálogo es nuestro objetivo.
Nos dejamos llevar por el ritmo de las palabras.

-¿Cuándo se es profesional en la fotografía? - dejo caer.
Wifredo tose, se aclara la voz y dice:
“Oficialmente se llama profesional a la persona que vive de su trabajo. Quiere decir que un fotógrafo profesional es una persona que vive de la fotografía. Su medio de vida.
-¿Independientemente que sea bueno o malo? - agrego.
-Exacto. (La respuesta suena a profesor satisfecho)... ahora se suele suponer que una persona que vive de algo tiene que hacerlo bien; si no se moriría de hambre. Hay muchos niveles de fotografía de un nivel artístico muy mediocre y lógicamente, ese fotógrafo vive de eso, pero no se puede llamar un profesional. Hay otros que se dedican más seriamente, que sus campos de acción son más amplios y tienen que tener una mayor profesionalidad. Es decir, que un profesional no es lo mejor en fotografía, es sencillamente que viva de ello.

-¿Cómo defines al fotógrafo? - insisto.
-Hay dos tipos de fotógrafos: el que vive...; vamos a ver si te lo explico con más claridad. Para mí la fotografía tiene dos vertientes: una, cumple una función social y cumple una función pragmática en la sociedad; se necesitan fotografías para documentos para el periódico, para revistas, para informaciones, para los medios de comunicación, etc. Ese tipo de fotografía, hay fotógrafos que se dedican a ella, viven de eso.
Ese fotógrafo es un trabajador, una persona cuya profesión es la fotografía comercial; hay otro tipo de fotógrafo, más escaso, que es el poeta. Que se expresa a través de imágenes fotográficas. Es el artista; ese es una persona que no necesariamente tiene que vivir de la fotografía, pero para él la fotografía es una pasión, es algo muy importante en su vida sin saber porqué, pero, llena una gran parte de su vida y entonces se expresa de esa manera y es poeta, antes que nada.
-Resumes diciendo que...
Wifredo responde rápido... que el fotógrafo es el poeta de la imagen. Cruzamos una esquina. Alguien saluda. Mecánicamente respondo.

-¿Qué opinas de la fotografía en República Dominicana? ¡¡Cuidado con ese público!! - le advierto.
Wifredo brinca y contesta.
-La fotografía históricamente tuvo un periodo largo en el cual se considero y así lo reconoce la ley dominicana, que era un lujo o una forma de documentación y eso se refleja en los impuestos dominicanos. En este sistema de impuestos se considera que tirar una fotografía es un lujo y tienes que pagar por ello. O sea, no la ponen dentro de las artes.
De manera que, de acuerdo a la ley, nace el concepto de que la fotografía era eso, que desde principios de siglo hasta los años 70 y pico, fue considerada un negocio o un lujo; es un lujo gastar dinero para tener documentación, un recuerdo del cumpleaños del niño apagando la velita o, la abuela sentada en una mecedora.
Ahora, a pesar de que hubo algunos nombres como: Tuto Báez, como el mismo Abelardo Rodríguez Urdaneta, su fotografía, nunca llegó a ser una expresividad genuina, en mi entender, quizás no conozco todo lo de ellos, pero lo de Rodríguez Urdantea que conozco era más una documentación que una expresividad y lo de los otros posteriores, los pioneros de la fotografía dominicana, llamémoslos así, eran gente que vivían de la fotografía y de vez en cuando tomaban fotografías que ellos suponían artísticas y que la entroncaban dentro de las corrientes de la fotografía internacional.
Esa nunca fue una fotografía dominicana, quizás me equivoco, pero para mí, siempre eran imitaciones de las fotografías que supuestamente artísticas llegaban al país. Eso no es del todo inusitado porque hasta los años cincuenta y pico, la fotografía derivaba hacia una imitación de la pintura; había dos formas, o imitaba a la pintura o se oponía a la pintura. Había esas dos vertientes en los fotógrafos. Realmente se consideraba artística la fotografía que era pictórica, es decir que usaba un estilo similar a la pintura o usaba técnicas o una mentalidad de pintor.
Es decir, tú puedes crear una fotografía ya sea que tú dispongas de elementos de, por ejemplo, de todos los ingredientes para hacer un bodegón y lo haces a tu gusto.
Eso es un estilo pictórico, o puedes hacer lo mismo en el cuarto oscuro, uniendo las imágenes a base de técnicas del Sándwich. Esas son todas técnicas para lograr resultados que obedecen a una mentalidad pictórica: crear la imagen.
“Ojo con la guagua”
De los años 50 para acá, ha venido evolucionando, se ha ido reafirmando el valor de la fotografía en sus dos principales cualidades que son: el realismo y el tiempo y la cualidad de detener el tiempo. Entonces se ha venido revalorizando eso. Se ha ido independizando de los criterios pictóricos para tomar un criterio más fotográfico, más objetivo, de manera que se ha llegado hoy en día a lo que se puede decir un realismo objetivo fotográfico que ha tenido una gran influencia en todo el mundo, inclusive en la pintura.
El hiperrealismo es una consecuencia de la revalorización del realismo fotográfico. ¿Cuál era la pregunta? - me mira el entrevistado perdido. Exploto de risa.
La avenida aparece larga. Es un sábado movido, guaguas, camiones, gente. Ruidos. Pica el sol.
-La pregunta era que: ¿cómo considerabas la fotografía en Republica dominicana? - Wifredo se rasca la cabeza, doblamos una esquina. Toma el hilo de inmediato.
-Entonces hasta los años 70, para mí, por lo que he visto, los fotógrafos o eran comerciales o la poca fotografía de expresividad artística seguía los cánones impuestos internacionalmente de pictorealista; de los años 70 para acá a través de la unificación de los grupos, del entusiasmo de valores nuevos de personas que no estaban en eso y que conocían los valores internacionales, su proceso de cambio, pues todo se ha ido modificando.
Hoy sí, podemos hablar de una pujante y vigorosa fotografía dominicana. Hoy como resultado digamos de diez años de labor y, en eso hay que mencionar la acogida que ha tenido la fotografía por la crítica dominicana; si no hubiera sido por la crítica, no tuviéramos una fotografía como la que tenemos hoy. (hace pausa)...
Hay tres personas a quienes la fotografía les debe mucho que son: Luis Lama, Marianne de Tolentino y Jeannette Miller. Son personas que siempre que ha habido una exposición fotográfica la han comentado en sus respectivos momentos, y le han dado su justo valor. Si no hubiera sido por la critica no hubiera...
-¿Tú crees que también el público ha respaldado? – le interrumpo.
-También, tremendamente. El público ha dado un gran respaldo porque la fotografía llega mucho más fácil a él. - completa García.

-¿Crees que la fotografía pueda vender igual que una obra pictórica? - pregunto mientras apuramos, corremos de una esquina a otra.
Wifredo suda, respira hondo como si le faltara aire y dice... - Si fuéramos a decir que aquí va a suceder lo que ha sucedido en otros países, lo cual es posible, aunque nosotros llevamos siempre un poco de atraso, es decir, que lo que estamos viendo hoy nosotros en fotografía sucedió hace veinte años en los Estados Unidos... de manera que siguiendo el mismo patrón podríamos decir que sí, que se va a vender la fotografía como obra de arte de aquí a 20 años. Quizás antes, pero en Estados Unidos, la fotografía no se cotiza igual que una pintura, pero se vende igual. Hay fotografías que se venden en 20,000 pesos, en 15,000.

Frena un carro. Un amigo.
-¿Quieren bola?
Le explico; doy detalles, es una conversación... el periódico. No entiende.
-¡Ah! Ejercicios – responde – Eso es bueno para la salud. Acelera. Gracias.. Reanudo.

-¿Ocupa la fotografía su justo lugar?
-En República Dominicana no. En el mundo ha ocupado su lugar. El lugar de la fotografía no es competir con la pintura. No es ni siquiera servirle a la pintura de medio porque ahora nosotros tenemos pintores que usan la fotografía para crear. Toman fotos que después usan en pintura. Eso no es tampoco.
Yo antes criticaba eso pero después me he dado cuenta que eso no es ni siquiera criticable siempre que el mismo pintor sea el que toma la fotografía pues es su obra. Lo que yo considero criticable es que un pintor o un grafista tome una fotografía de otra persona y la use en su obra. La pintura y la fotografía no tienen otra cosa en común que no sean sus relaciones en cuanto a arte. Ambas son arte si el que las usa es un artista.
Puede haber una persona que pinte y que sea un desastre y ese no se puede decir que su obra sea artística, o sea arte. De manera que no se puede hablar de fotografía como arte, hablemos de artistas fotógrafos, literatos, poetas, porque hay alguien que puede escribir y hacer un desastre y ese resultado no es arte.

-Hablemos de la nacionalidad de la fotografía... ¿crees que la fotografía tenga nacionalidad? Y si tiene ¿cómo se descubre esa nacionalidad? – el sol está en pleno apogeo. Goza con nosotros y el sudor moja la acera. Wifredo saca un pañuelo antes de contestar.
-Bueno en su estilo, en su criterio de valoración. Te voy a poner un ejemplo. Yo he visto fotos de algún pionero de la fotografía dominicana donde se retrata una bailarina con unos velos largos al viento, ondulantes en una escalera en unas ruinas. Eso no es dominicano. Ya hay fotos antiguas de Isadora Duncan en cosas similares. El artista tiene que buscar el tema que sea genuino, que sea de él y que diga su problemática, su sentimiento dominicano, su punto de vista dominicano. Si imitamos estilos, puede ser que una foto de Isadora Duncan en esas mismas condiciones, diga mucho para su sociedad, pero aquí no dice nada, aquí es sencillamente imitación. Una fotografía de algo que sea genuinamente dominicano el público responde a eso. Aunque sea feo hablar de uno mismo, “La exposición de Parques Nacionales” es una exposición dominicana, porque responde a una problemática del país y el público la entiende y asiste masivamente respaldándola. Entonces buscamos el meollo, como el arte es expresividad y el arte expresa los valores de un pueblo, la nacionalidad de la fotografía será dominicana cuando exprese los valores del pueblo dominicano.
-¿Tú dices cuando plasme las cosas del país? - resoplo.
-Las cosas, los sentimientos, los ideales – gesticula Wifredo.
-Entonces, ¿la nacionalidad no depende del artista, sino del lugar, es decir la fotografía puede ser dominicana si un español toma fotos en dominicana?
-Creo que sí, depende el artista.
Depende del punto de vista de la mentalidad del autor.
-¿Entonces si vas a España y retratas sus costumbres, estas haciendo fotografía española?
-Creo que sí. Lo cual sería muy difícil para mí. Por eso yo cuando viajo nunca llevo una cámara. A menos que sea para tener un recuerdo de que yo estuve... -¡Que se yo! – en Madrid. Una foto de la familia, un recuerdo. Pero casi nunca llevo una cámara para expresarme, porque no puedo expresar lo que no siento. Serían visiones superficiales.
-¿Y la fotografía científica?
-¡Ah no! Ese es otro tipo de fotografía porque la ciencia es internacional. La ciencia no depende de un país o de una persona. Es como la cultura.

-¿Qué tal un pedazo de piña?
-¿Piña?
Pago dos. Ayuda con la sed. Entre mordidas, sudor, cansancio continúo.

-¿Cómo clasificarías tú, tu fotografía?
-Dominicana. – dice simplemente.
-Bien, ¿pero después de dominicana, dentro de cual renglón la encasillas? ¿Desde el punto de vista de la plástica o desde el punto de vista del?... desde el punto de vista que quieras.- termino la piña, seguimos.
-Es que en fotografía los estilos son distintos, no dependen de por... ejemplo... hay estilos realistas, pictóricos... como te hablé... hay subrealistas. Si es por estilo, yo soy realista. –dice categóricamente. -Realista. De lo que se llama realismo objetivo. Ahora dentro de ese realismo yo tengo ciertos elementos de expresividad que corresponden a un expresionismo, porque no me tiembla el pulso, no me incomoda distorsionar un poco para lograr el efecto, para llevar el mensaje.
Para mí, la fotografía es un vehículo de comunicación y sus valores plásticos está en función del mensaje que se va a llevar. Eso para mí es muy importante. Quizás por mi formación literaria previa.

-¿Utilizas tú la fotografía para...
Un semáforo en rojo.-
... como vehículo de expresión...- Wifredo se detiene.
...para comunicarte? – Verde, ya cambió.
Cruzamos, saludamos.
¿Al servicio de qué está tu fotografía?
-Al servicio de lo que yo creo son los reales valores culturales de este país.
Entendiendo por cultura algo muy amplio. O sea, cultura es un caimán que se está muriendo en el Lago Enriquillo que hay que salvarlo; cultura es los bosques, cultura es la historia dominicana, cultura es las personas, cultura es hasta la forma de vender un frío-frío en la calle, eso es cultura.
-¿Podría decirse que tu fotografía por momentos, es una fotografía de denuncia?
-No. No. Porque denunciar implica protestar.
-No siempre, -me corrijo- sino acentuar una situación hasta que la gente se percate de lo que está sucediendo.
-Es decir, crítica –completa Wifredo.
-Eso – me alegro por el adjetivo.
-Una fotografía crítica, porque la crítica no siempre es negativa, por eso me gusta más crítica que denuncia. Denuncia es... otra cosa.
-Podría decirse entonces que tu fotografía es crítica realista – vas dando forma.
-Bueno, porque para ser crítica tendría que ser realista. No se puede criticar algo irreal; pues sería entonces una mentira. Es una consecuencia del realismo. – concluye Wifredo.

-Bien, eh... – me atortojo - ¿Cuál es tu mejor foto?
-No tengo la menor idea – comienza el fotógrafo – Por dos cosas; a veces uno cree que una foto es muy buena y resulta que hay gentes que le hacen entender que no, que hay otras mejores, o sea, uno a veces es mal juez de sí mismo y de su propio error, y después porque yo voy haciendo las fotos a impulsos del momento, por ejemplo: me preocupa que quiero revalorizar y dar a conocer un aspecto de la cultura dominicana en nuestro país, entonces yo me entusiasmo con ese proyecto y para mí eso es lo más importante en ese momento. Quiere decir que todo lo anterior se me olvida entonces yo nada más me enfrasco en ese proyecto. Esas fotos que yo tiro para ese proyecto eso es lo mejor para mí, lo último. Después de seis meses a lo mejor eso se me ha olvidado ya, porque superé esa etapa y estoy metido, enfrascado, en otra situación. Para mí lo mejor será siempre lo último.
-¿Tu te podrías catalogar como un fotógrafo impulsivo o como un fotógrafo que planifica su trabajo?
-Impulsivo en un 99%.
-Es decir, tú sales con tu cámara..
-Y a capturar imágenes. – dice rápidamente y sonriendo. Luego agrega:
-Muy difícilmente las creo, a menos que no sean por pedidos especiales, y los he hecho, a veces; pero aún así, dejo siempre un elemento de inspiración momentánea. Porque para mí la sensación del momento es lo que me dice como debo responder a ello. Por ejemplo las cualidades de la luz, la dirección, el color, hasta el viento que sople o no sople me puede mover de una manera o de otra.
-¿Cuántas fotos te toma hacer una buena foto? – disparo.
-Una foto que yo considere excelente, quizá un rollo.
-¿36? – le pregunto incrédulo.
-Lo que pasa es que cuando tengo algo que voy a retratar no tomo una foto, a lo mejor 10, ¿por qué?, porque varío el ángulo, varío los lentes, cambio la exposición, busco circunstancias nuevas, me muevo, entonces todo eso se hace con muchas fotos: y entonces a lo mejor resulta que no sirvió, que esas 10 o 12 fotos no sirven. Yo tiro muchas fotografías cambiando, buscando, pero hay una que logra lo que yo quería decir. Esa es la buena.

-¿Qué prefieres, el Blanco y Negro o el Color?
-Eso también ha evolucionado. Hubo una época en que prefería Blanco y Negro. Blanco y Negro es más dramático, más emotivo. Puedes decir mucho con Blanco y Negro, a veces, más que con color. El Blanco y Negro es un tipo de abstracción, te abstrae del colorido, y te puedes concentrar en la imagen, en los valores tonales, en la luz y en la expresión. Cuando tu introduces color introduces un elemento que es muy peligroso porque el color suele hacer la foto bonita de por sí. Si tu quieres dramatismo, el color muchas veces es algo que trabaja en contra tuya. Ahora estoy prefiriendo Color porque para mí es un reto dominarlo en las situaciones de expresividad que me motivan en este momento. Creo que es mucho más difícil el Color.

Desde donde estamos se ve el mar. El mediodía ha alcanzado toda su plenitud, nuestro amigo el sol está en todo su esplendor. Ya pasó el efecto de la piña, hasta la conversación suda. Trato de poner un tema refrescante. Se me ocurre el futuro.
-Sé que eres una persona llena de proyectos. Ahora en estos momentos tienes uno sobre la historia dominicana, ¿qué te motivo a hacerlo?
-Eso no sé si yo le diría filosofía de la vida o algo así, pero para mí la historia es algo que se hace presente en la actualidad. Cuando uno estudia historia le dan una serie de datos, de cosas que pasaron, fechas, cifras y nombres como de... algo que murió, que pasó.
Yo he llegado a la conclusión de que todas esas circunstancias y hechos no han muerto, se mantienen vigentes en el país, en cualquier país. O sea, lo que vivimos hoy en día es un producto de esa historia y una prolongación de esos hechos de esa historia, de manera que yo estoy tratando de presentar la historia dominicana con imágenes de hoy. Principalmente. De manera de influir en el animo del espectador que lo que sucedió es algo que todavía vivimos hoy en día ya sea en sus consecuencias ya en la forma de mentalidad que nos creo, ya sea en la forma del pensamiento que ha orientado al país. Hoy vivimos todavía la era de Lilis en sus consecuencias, vivimos a Trujillo, vivimos a los trinitarios.
El trabajo nuevo tiene 120 imágenes a color, pienso mostrarlo próximamente.
Combino el futuro y el pasado.

-¿Algún libro publicado?
-Dos hasta el momento. El primero de poesía y fotografía que, fue un intento de aunar la fotografía con la poesía; y el segundo un libro, no de texto, pero si de técnica y filosofía fotográfica que se llama: “La fotografía” que lo he usado como complemento en los cursos.
Estoy planificando un tercer libro de técnica más completo que recoja ese y lo amplíe mucho más. Tengo otro en proyecto, sobre conservacionismo, ecología y naturalismo en general... una de mis grandes pasiones. Es sobre la Cordillera central. Mis experiencias de 7 viajes al Pico Duarte.
Creo que una vez Antonio Gil me dijo una expresión muy interesante, no se si será de él, me dijo: “La tierra es la casa del hombre” y la casa de uno siempre uno la barre, la cuida, pues el hombre es el único que no cuida y protege su propio hábitat. Todos los animales protegen su circunstancia para desarrollarse, el hombre lo acaba, lo explota, lo destruye y se está destruyendo a sí mismo. Debemos hacer el esfuerzo mayor posible para que el hombre cree conciencia de que debe proteger la naturaleza, porque la naturaleza es su casa.

“Más cerca del mar, casi un espejismo. Carros, bocinas, guineos, policías, más carros, más calor, tengo su número, cómpreme uno...”

-¿Cómo divides tu tiempo?
-¡¡Ahh!! Yo lo divido en dos partes: Antes Meridiano y Pasado Meridiano. Antes Meridiano el trabajo de creatividad y Pasado Meridiano, las clases, UASD, UNPHU y Casa de Teatro. Fotografía siempre.

La brisa del mar, el sol, una enorme cámara aparece y desaparece, la boca seca, me duelen las rodillas, Wifredo crece y se achica, cambia de color, una ola, dos olas, kilómetros, no me siento los pies.
-¿Entonces? – doy por concluida la conversación.
Wifredo saca el pañuelito, sonríe.
-Entonces gracias y a devolvernos.
Click.

Por Freddy Ginebra

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Una retrospectiva que hay que ver

Esto no será una crítica. No podría serlo. Se me hace cuesta arriba para no decir inaceptable, abordar con la aséptica objetividad del analista la retrospectiva fotográfica que Wifredo García, el maestro indiscutible de la cámara, el lírico de la lente, el ferviente enamorado de lo nuestro, amenazado ahora por penosa enfermedad y con la tranquila sonrisa del que sabe que treinta años de trabajo fecundo perpetúan su nombre, expone en las paredes de la Galería de Arte Moderno.

La retrospectiva titulada 30 Años en Fotografía que se inauguró el 15 de este mes en dos salas – por cierto insoportablemente calurosas – de la más importante institución artística del país constituye un homenaje más que merecido a la labor de un fotógrafo que con humildad, sin que los lauros adquiridos le trastornasen la cabeza y, sobre todo, haciendo gala de perseverancia rara en nuestro medio se dedicó no sólo a plasmar obra personal de indiscutible relevancia estética sino, lo que es mucho menos común, se abocó al enojoso oficio – tantas veces recompensado con la ingratitud de la enseñaza, de la formación de las jóvenes generaciones en los secretos de la fotografía.

Wifredo es un verdadero artista y un carácter generoso y bueno. Posiblemente sea este el mejor elogio que de él podamos hacer... un alma sensible que descubre en las cosas sencillas, en las más habituales situaciones, en los objetos más corrientes y vulgares esa poesía que la mayoría de los hombres no son capaces de advertir. Y luego de reconocer el pálpito de hermosura que envuelve lo que su lente enfoca, inventa el lenguaje con que revela a todos lo que hasta entonces nos había pasado desapercibido.

No hay tema sobre el que la cámara de Wifredo se dirija que no desnude al punto sus misterios y nos entregue en ese instante para siempre congelado, que es la foto, sus remotos enigmas. Rostros, paisajes, interiores, calles de pueblo, pájaros, fiestas populares, no importa cuál sea el asunto, el artista, siempre en afanosa pesquisa tras la identidad evasiva y problemática de lo dominicano – sin duda porque del encuentro con esa identidad depende su propia paz interior –, el artista, repito, desde que da inicio a su labor en los años cincuenta hasta hoy día mantiene una trayectoria de impresionante coherencia expresiva en la que la preocupación por los aspectos formales, por la gramática del hecho fotográfico, constituye quizás la constante más significativa de su denodado esfuerzo creador.

El fotógrafo sabe lo que tiene entre manos. Jamás olvida que ver es siempre interpretar y que crear significa poner en el asunto ajeno esa parte de verdad íntima e insustituible, esa porción de vida interior en la que nos reconocemos unidos por intangibles lazos a la exterioridad objetual y con frecuencia huraña de lo que nos rodea.

Para otra ocasión más propicia dejaré el comentario pormenorizado de tan emotiva exposición. Vaya a admirarla en la Galería de Arte Moderno – quien con este evento se apunta un nuevo tanto a su favor – el amante de lo bello y de lo bueno. Y rinda así el lector con su presencia homenaje a un dominicano de quien las futuras generaciones sabrán recoger, con amor reverente y sincera devoción lo que la juventud actual, extraviada en la trivialidad y el vicio, no ha comenzado aún a vislumbrar.

Por León David

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